La mayor dificultad de quienes tienen la
responsabilidad de estar frente a un grupo es la de mantener comportamientos
coherentes y alineados con las expectativas de quienes lo observan en su
actuación diaria.
En muchas ocasiones hemos escuchado la frase “se lidera con el ejemplo”, pero quizá no hemos hecho el ejercicio de profundizar en el alcance y sentido que tiene para la cultura organizacional y para los procesos de gestión en la organización.
Conductas indeseables
En muchas ocasiones, escuchamos a los jefes predicar sobre la importancia de tal o cual comportamiento y luego ellos mismos se sorprenden realizando indeseables y a veces cuestionables conductas, de tal manera que se encargan de invalidar dichos propósitos. Esto mismo ocurre quizá porque el liderazgo es débil y está sujeto a la autoridad que le otorga el cargo y no necesariamente al que le ofrecen los resultados de su gestión.
Dar y Ser
Dar ejemplo significa también que hay un hecho o
comportamiento que deber ser seguido o evitado y por tanto los responsables de
ser ejemplo deben cumplir una serie de características. Resaltemos aquí la
importancia de hacer la diferencia entre DAR el ejemplo y SER el ejemplo ya que
tiene una implicación conceptual profunda pero de consecuencias prácticas
graves por cuanto DAR es una demostración de lo ideal que debería hacerse
respecto de algo, mientras que SER significa encarnar en sus acciones lo que
debe ser imitado, replicado o seguido por otras personas en la organización.
La validez
El ejemplo, en términos de comportamiento, es una
acción consciente e intencional que pretende ser mostrada a otros como dignas
de ser imitadas, en este sentido podríamos cuestionar la validez de un liderazgo
donde el ejemplo no nace de un convencimientos personal y profundo que afirme
la acción sino que por el contrario se convierte en una máscara que oculta una
agenda de incoherencia y que por tanto no expresa la realidad de lo que se
quiere con la acción propuesta.
Liderazgo transformador
Liderazgo transformador
Vale la pena pensar que el liderazgo transformador debe ir más allá del ejemplo, debe incluir la posibilidad de la equivocación y del error, el liderazgo no es para SER ni para DAR el ejemplo, se trata más bien de transformar con el ejemplo, en la posibilidad de convertir la gestión en una experiencia nueva para los integrantes del equipo de trabajo. El liderazgo es un componente necesario en los procesos de transformación y el ejemplo es una opción que está disponible para ser tomada, mejorada o cambiada, de tal manera que los resultados atiendan las expectativas y propósitos de la organización.
Fuente: www.degerencia.com
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