Cuando
el dinero es un recurso escaso –como en la gran mayoría de las empresas que
conocemos- la forma de repartirlo debe darse en base a variables conocidas y
aceptadas de manera previa. ¿Quiero retener a todos mis empleados o sólo a
algunos? ¿A cuáles? ¿Los que generan más valor a la empresa? ¿Los que son
difíciles de conseguir en el mercado? Seguramente no todos tendrán igual valor.
Lo
importante es conocer y reconocer a aquellos puestos críticos que, siendo
ocupados o no por personal clave (con habilidades y conocimientos especiales)
valga la pena invertir más que al resto.
Estas
decisiones pueden parecer discriminatorias y que fomentan las diferencias pero
en realidad lo que buscan es un mejor aprovechamiento de los recursos escasos,
ya se trate de presupuesto para salarios como de personas con talento.
Por Bernardo Hidalgo
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