martes, 5 de julio de 2011

NEGOCIAR CUANDO VAMOS HACIA ARRIBA

Cuando nuestro destino es el podio, la situación cambia. Todo aquello que negociemos, por mínimo que sea, estará interrelacionado.

Tendrá inevitablemente, cada caso, mayor o menos influencia en las negociaciones futuras.

Las incompatibilidades de objetivos no deben existir.

Un ejemplo sería negociar con un proveedor la exclusividad de su marca en nuestro local. Esta exclusividad no nos permitiría tener en nuestra oferta la variedad de productos del mercado, con la diversidad de marcas que requieren nuestros clientes. Esto será con seguridad, una piedra grande en nuestro camino a la pole position.

Está bien, ya sé que hasta aquí metí el problema y no les di la solución. Entonces… ¡Negociemos!

1 comentario:

eduardo iribas dijo...

por que no se cita al autor de la nota de donde se saco este fragmento?