viernes, 8 de abril de 2011

QUIEN VENDE LO MISMO QUE USTED TAL VEZ NO SEA SU ENEMIGO

El convivir con nuestros competidores (ya sea que los consideremos mejores o peores que nosotros) nos hace estar menos expuestos por más que lideremos un mercado o un sector o barrio con lo que vendemos.

Si tengo un competidor cerca seguramente nos aumentará la venta a ambos basado en el principio de la concentración de la oferta. Ejemplos: la calle Warnes en Buenos Aires o San Martin en Rosario.

Vale decir que muchos competidores de venta de un producto similar, seguramente incrementará la venta de todos y no como se presume: que el que me pone una casa de repuestos al lado de la mía es mi enemigo. Todo lo contrario, tengo un aliado.

Un competidor me ayudará a pensar de forma más aguda cómo desarrollar mi negocio y así -sin clientes cautivos- voy a tener que demostrar cuáles son mis fortalezas frente a mi competidor y los clientes verán o percibirán mis beneficios.

Por Gerardo Klajnberg

No hay comentarios: